Es el servicio más valorado por los productores y es visto también como un mecanismo de comercio justo. Los cafeteros cuentan de forma continua con este servicio, además de la capacidad logística y de acopio que les ofrece la Federación a través de una amplia red de más de 500 puntos de compra a nivel nacional, propiedad de 33 cooperativas de caficultores.
Este servicio empezó a operar en 1958 y garantiza a los productores la compra de su café al mejor precio base del mercado, con pago de contado, calculado de forma transparente, sin intermediarios, en lugares cercanos a sus fincas y a lo largo de todo el año.
Esta extensa red tiene presencia hasta en los lugares más alejados de la geografía nacional, para que los productores puedan vender su café en lugares cercanos a sus fincas y así evitar incurrir en considerables costos de transporte.